¿Por qué la pizza es el plato más popular del mundo?
Si hicieras una encuesta sobre la comida favorita de la gente, seguramente habría un claro ganador: la pizza. Gusta a niños, adolescentes, adultos… y prácticamente en cualquier país del mundo. Pero ¿qué tiene este plato para haberse convertido en un fenómeno universal?
De comida humilde a icono mundial
Aunque su origen tiene raíces antiguas (los griegos y los egipcios horneaban panes planos con hierbas o aceite), la pizza moderna nació en Nápoles en el siglo XVIII. En aquella época, era la comida del pueblo: económica, fácil de preparar y con ingredientes accesibles. Los napolitanos mezclaban harina, agua, levadura, tomate y, con suerte, un poco de queso o anchoas. Era comida callejera, pensada para saciar el hambre con algo caliente y sabroso.
Su salto a la fama se produjo con una visita real. En 1889, el pizzaiolo Raffaele Esposito preparó una pizza especial para la reina Margarita de Saboya, inspirada en los colores de la bandera italiana: rojo (tomate), blanco (mozzarella) y verde (albahaca). Así nació la pizza Margherita, y con ella comenzó el mito.
A partir de ahí, el resto fue cuestión de tiempo. A mediados del siglo XX, millones de italianos emigraron a América y llevaron su cocina consigo. Las primeras pizzerías abrieron en Nueva York, Buenos Aires y Chicago.
Un sabor que viaja sin perder su esencia
Parte del éxito de la pizza radica en su capacidad para adaptarse sin dejar de ser ella misma. Cada país ha hecho su propia versión: en Estados Unidos se volvió más grande y con más queso; en Argentina, más esponjosa; en Japón, ligera y con ingredientes locales como el maíz dulce o la mayonesa; en México, con jalapeños y carne al pastor.
Y, aun así, cuando alguien pide una pizza, sabe perfectamente qué esperar: una base horneada, tomate, queso y ese aroma que siempre reconforta.
Esa versatilidad la ha hecho universal. La pizza puede ser rápida o elaborada, tradicional o creativa, individual o compartida. Puede servirse en una mesa con mantel o en una caja de cartón frente al televisor. Es un plato que se adapta al momento, al bolsillo y al gusto de cada uno, sin perder su esencia.
El equilibrio perfecto entre sencillez y placer
Otro motivo por el que la pizza triunfa es su equilibrio de sabores. El contraste entre lo crujiente de la masa, la acidez del tomate, la suavidad del queso fundido y el toque de aceite de oliva consigue algo que pocas comidas logran: gusto inmediato.
Además, es un plato que combina lo que el cerebro interpreta como “sabores felices”: carbohidratos, grasa y umami (el sabor sabroso del queso y el tomate). Todo ello hace que, desde el primer bocado, sea reconfortante. No hace falta ser un experto en gastronomía para disfrutarla: la pizza tiene un lenguaje universal que todo el mundo entiende.
Más que comida: un momento para compartir
Más allá del sabor, la pizza también ha conquistado al mundo por su capacidad de reunir. Se pide para celebrar, para ver una película, para compartir con amigos o incluso para improvisar una cena sin complicaciones. Es informal, pero nunca decepciona.
Y eso la convierte en algo más que un plato: en un ritual social. Hay algo casi simbólico en abrir una caja de pizza o ver cómo llega al centro de la mesa. Nadie se queda fuera, todos cogen una porción. En un mundo que cambia tan rápido, la pizza sigue siendo una constante, una pequeña tradición que se adapta a cualquier lugar y época.
Quizá esa sea la verdadera razón de su éxito: la pizza se adapta a cualquier lugar, pero nunca pierde su identidad. Puede ser rápida o gourmet, tradicional o innovadora, de masa fina o romana al taglio. Puede servirse en un restaurante elegante o comerse en el sofá. Pero en todas sus versiones hay algo que nos hace sentir en casa.
Y detrás de cada pizza, siempre late Italia. Porque, aunque hoy se disfrute en todos los rincones del mundo, su corazón sigue siendo napolitano.
Si tú también crees que cada pizza cuenta una historia, no puedes perderte nuestra carta en Kilómetros de Pizza, donde cada plato es un auténtico viaje por lo mejor de Italia.