¿Con las manos o con cuchillo y tenedor? Así se come la pizza según el país.

Hay pocas comidas que generen tanto consenso como la pizza… y, al mismo tiempo, tantas formas distintas de disfrutarla. Puede parecer un detalle menor, pero la forma en que se come una pizza dice mucho sobre la cultura gastronómica de cada lugar.

Lo cierto es que no existe una única manera “correcta” de comer pizza. Todo depende del contexto, del país y hasta del tipo de masa. Desde la tradición italiana hasta las costumbres americanas o japonesas, cada rincón del mundo ha hecho suyo este gesto tan cotidiano.

Italia: tradición y respeto por el producto

Si hay un lugar donde la forma de comer pizza tiene normas no escritas, es Italia. En Nápoles, cuna de la pizza, el protocolo es muy claro: se come con cuchillo y tenedor en el restaurante, especialmente si la pizza es napolitana, con masa blanda, bordes altos y centro jugoso.

La razón es práctica. La pizza napolitana, recién salida del horno, se sirve entera, sin cortar. Su textura es tan tierna que resulta difícil cogerla con las manos sin que se doble o se rompa. Por eso, los italianos prefieren cortarla cuidadosamente y disfrutar de cada bocado con calma.

Eso sí: si te pides una porción en una pizzería al taglio (las de pizza en porciones rectangulares, muy típicas en Roma), ahí sí se come con las manos, sin ningún problema. Esa es la pizza callejera, pensada para comer de pie o mientras caminas.

Estados Unidos: práctica, abundante y sin formalidades

En el otro lado del Atlántico, la historia es distinta. En Estados Unidos, la pizza se convirtió rápidamente en un icono de la comida informal. Las porciones son grandes, el queso abunda y, sobre todo, se disfruta con las manos.

De hecho, hay todo un arte en cómo doblar la porción al estilo neoyorquino: se toma el triángulo desde la punta, se pliega un poco por la mitad y se muerde directamente. Es la manera más cómoda de evitar que los ingredientes se caigan, sobre todo cuando la pizza está recién horneada y el queso aún se estira.

En cambio, en ciudades como Chicago, donde la pizza es más gruesa, profunda y contundente (la famosa deep dish pizza), lo habitual es usar cuchillo y tenedor. En este caso, más que una porción, parece casi una tarta salada.

Argentina: la pizza como herencia italiana

La influencia italiana en Argentina también se nota en cómo se come la pizza. En Buenos Aires, por ejemplo, es habitual disfrutarla con cuchillo y tenedor, sobre todo cuando se trata de la tradicional fugazzeta, una pizza con abundante queso y cebolla que se sirve caliente y cremosa.

Aun así, también existen pizzerías más informales donde se sirven porciones al paso, que se comen de pie y con las manos, igual que en Roma. 

Japón: elegancia y precisión

En Japón, donde la pizza se ha convertido en una comida muy popular en los últimos años, la costumbre es algo diferente. Allí prima la etiqueta, y es común utilizar cuchillo y tenedor incluso con pizzas más ligeras.

Los japoneses suelen cuidar mucho la presentación, el equilibrio de sabores y la limpieza al comer. Por eso, aunque algunas cadenas más occidentales ofrecen porciones para comer con las manos, la mayoría de los restaurantes opta por un servicio más formal.

No obstante, también han desarrollado sus propias versiones: pizzas más pequeñas, adaptadas a los ingredientes locales, que se disfrutan con total naturalidad, ya sea con cubiertos o con las manos.

Otros países, otras costumbres

En países como México o España, el modo de comer pizza depende más del tipo de restaurante que de una norma cultural. En pizzerías o locales informales, se tiende a comer con las manos; en restaurantes más cuidados, con cuchillo y tenedor.

En general, las nuevas generaciones se inclinan por la comodidad: coger la porción, doblarla ligeramente y disfrutarla sin complicaciones. Al fin y al cabo, la pizza también es sinónimo de libertad, de romper un poco las reglas y adaptarlas al momento.

Entonces, ¿qué es lo correcto?

La verdad es que no hay una respuesta única. Comer pizza con las manos o con cubiertos depende del tipo de masa, del lugar y del momento. Una pizza napolitana recién salida del horno pide cuchillo y tenedor; una romana o una porción al taglio se disfrutan mejor con las manos.

Lo importante no es tanto el cómo, sino el disfrutarla como se merece. Porque si algo ha hecho grande a la pizza es precisamente su capacidad para adaptarse a todos los gustos, culturas y costumbres, sin perder nunca su esencia.

Más allá de las formas, la pizza sigue siendo un punto de encuentro entre culturas. En cada país se come de manera distinta, pero en todos despierta el mismo placer. Da igual si se sirve en un plato de porcelana o en una caja de cartón, si se corta en triángulos o en cuadrados, si se come en familia o frente al televisor: la pizza siempre logra lo mismo, reunir a la gente alrededor de algo delicioso.

Y si tú también eres de los que disfruta la pizza a tu manera, te invitamos a descubrir Kilómetros de Pizza: un viaje por lo mejor de Italia, para saborearla como más te guste.